Batallas


BATALLA DEL EBRO


La batalla del Ebro fue la mayor de cuantas se libraron en la Guerra Civil Española, pero también la más sangrienta y larga de toda la guerra. Tuvo lugar en el valle del Ebro, entre la provincia de Tarragona (Terra Alta) y la provincia de Zaragoza (Mequinenza) y se desarrolló durante los meses de julio a noviembre de 1938. Constituyó el enfrentamiento decisivo de la guerra ya que en ella se decidió el derrotero de la Guerra Civil Española, en un contexto europeo inmerso en la Crisis de los Sudetes que parecía a punto de estallar la guerra en la que quedaría unida la guerra de España. Aunque ejércitos republicanos lograron obtener una importante victoria inicial, tras la sangría en hombres y material del Ejército Popular de la República fue imposible evitar la derrota final del Bando republicano y después de 4 meses de lucha las tropas republicanas volvieron a cruzar el río Ebro. Después de esta importante derrota, quedó marcado el destino de la II República Española.

BATALLA DE MADRID 

La Batalla de Madrid es el conjunto de episodios bélicos sucedidos en la zona de Madrid durante el transcurso de la Guerra Civil Española. Tras el pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936 la sublevación militar diseñada por el General Mola tiene lugar con éxito en el protectorado español de Marruecos y parte del norte de España. Tras el fracaso de la rebelión en Madrid, en los días posteriores al pronunciamiento con la caída del Cuartel de la Montaña y el de Campamento, la ciudad queda bajo el dominio gubernamental de la Segunda República Española. Desde este instante, la toma de Madrid era un objetivo militar para las tropas sublevadas. Desde el norte las tropas del general Mola y posteriormente desde el Sur-Este por las tropas de General Varela y Yagüe.
El intervalo que va desde el pronunciamiento hasta los primeros combates en diciembre ambos bandos van reforzando sus efectivos, y se van preparando para la confrontación, los militares sublevados reciben material militar y soldados de Alemania, Estados Unidos e Italia, así como el bando republicano de Francia, México y la Unión Soviética. Durante este intervalo ambos bandos se reorganizan políticamente y se renuevan sus estructuras de mando.
El combate se realizó en un relieve de la Meseta Central.El iniciador del plan fue el General Mola que analizando la situación diseñó un plan de avance.La posesión de la capital era decisiva para el desenlace del conflicto, pues decidiría qué contendiente se haría con el control, ya que Madrid era un importante centro político, militar, estratégico y económico de primer orden además de la capital política y sede del gobierno de la República. Los combates realizados en la Sierra Norte de Madrid con las columnas provenientes de Pamplona, Valladolid y Burgos quedan estabilizadas a finales de julio de 1936. A partir de ese instante las tropas que avanzan por el sur comandadas por el General Franco tienen el protagonismo.
A pesar de que los principales combates tendrán lugar entre el otoño de 1936, y la primavera de 1937, desde el comienzo de la guerra hubo también importantes combates en áreas cercanas a la capital durante el verano y el otoño de 1936.
La Defensa de Madrid tiene como particularidad haber sido la primera en la que se bombardeado a objetivos civiles dentro de una ciudad, algo que después se realizó en diversas ciudades españolas durante el conflicto español y después durante la Segunda Guerra Mundial.